Los proyectos... ¿por qué es nuestra metodología?

En el Porvenir, consideramos el principio de actividad como fundamental para nuestros alumnos y alumnas, y por ello, trabajamos desde el aprendizaje por proyectos de investigación.

En estos proyectos les proponemos un tema sobre el que iremos aprendiendo a través de distintas actividades en las que ellos sean los protagonistas.

Hay que tener en cuenta que esta metodología se adapta a las diferentes etapas de nuestro colegio, de forma que los proyectos puedan resultar interesantes según la edad de los alumnos.

Dos momentos importantes en las primeras fases de un proyecto

1) En primer lugar, planteamos la pregunta: ¿Qué sabemos?

De esta forma realizamos una activación de conocimientos previos que permite vincular el aprendizaje a contextos reales, así como generar un conocimiento compartido, ya que al hacerlo en gran grupo, unos pueden aprender de otros.

Vincular el aprendizaje a situaciones reales que resultan familiares permite que la información se consolide mejor en la memoria a largo plazo y que los alumnos sean capaces de transferir los nuevos conocimientos a otras situaciones (Agarwal et al, 2012).

Por ejemplo, si queremos enseñar a nuestros alumnos las características de los herbívoros, mediante la activación de conocimientos previos pueden activar la red neuronal de una vaca y a partir de ahí ir ampliándola hasta conseguir una red neuronal de herbívoros…

2) El segundo momento importante es: ¿Qué queremos aprender?

Se trata de partir de los intereses de los alumnos para, a través de la curiosidad, activar el sistema de recompensa cerebral y de esta forma mejorar su motivación.

En estas metodologías más activas en las que son los propios alumnos los que tienen que buscar la información relevante:

  • se fomenta la autonomía de los alumnos,
  • y su creatividad, mejorando los procesos de atención y memoria y generando competencias para aprender a aprender.

Este tipo de competencias se hayan muy relacionadas con el desarrollo de las funciones ejecutivas, que podrían definirse como las funciones superiores del cerebro, imprescindibles para un correcto funcionamiento cognitivo, emocional, conductual y social. Para llevarlas a cabo, es necesaria la memoria de trabajo, la inhibición de estímulos irrelevantes, el autocontrol de la emoción, la planificación, la perseverancia, el control interno del tiempo, la concentración y la metacognición, etc.

Otra de las premisas importantes en el aprendizaje por proyectos es realizar actividades diferentes y motivadoras. En este sentido es de gran utilidad incluir el juego dentro del aula. 

Y es que la creatividad, el sentido lúdico y la diversión, estimulan la motivación y el rendimiento de muchos alumnos.

Numerosos estudios lo corroboran, uno de ellos llevado a cabo por Paul Howard-Jones, que determinó que cuando las tareas se plantean de manera divertida el alumnado está dispuesto a mayores retos y los emprende con mayor motivación y eficacia (Forés et al., 2015).

Por último, nuestro objetivo (cuando enseñamos por proyectos o con cualquier otra metodología), es conseguir en nuestros alumnos un aprendizaje significativo, es decir, un aprendizaje profundo que nos permite relacionar y comparar información y aplicar lo aprendido a situaciones reales.

Conclusión 

Resumiendo, el Aprendizaje por Proyectos permite:

  • Fomentar la novedad y la curiosidad, activando el sistema de recompensa cerebral.
  • Activar los conocimientos previos, que facilita el aprendizaje al incluir los conocimientos nuevos en redes neurales ya existentes.
  • Participación de los alumnos, mejorando su autonomía en el aprendizaje e incrementando su atención y memoria, así como el desarrollo de las funciones ejecutivas.
  • Conseguir un aprendizaje significativo que permite vincular lo aprendido a situaciones reales.

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